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Thursday, February 28, 2013

(3) BOJEO A LA ISLA INFINITA / Betania (ebook)

Antología de 6 poetas cubanos

Sergio García Zamora / Ihosvany Hernández González
Sonia Díaz Corrales / Juan Carlos Recio Martínez
Arístides Vega Chapú / Félix Anesio

Introducción y selección de Arístides Vega Chapú

Cepp Selgas / Boken Star /  Graphic /  1986

Discurso sobre la pared

En esta pared solemos escribir todo el silencio
la soledad que nos aparta.
Ahí escribí lo que pensaba
y mi madre lo borró letra a letra
para que nadie supiera que me rondaba la locura.
Esta pared de casa es todos los sitios a la vez
aquí nacemos y morimos
y amamos, a veces.
Y no se engañe nadie
amar es lo primero
aunque lo diga último.
Bueno o malo
aquí el amor siempre reivindica su lugar de preferencia.
Mi abuelo se sentaba sobre esta pared
y decía su discurso inteligible
monótono
sus disculpas a todos nosotros
por el fracaso
por no habernos dejado más patrimonio
más herencia que esta pared
y mi abuela besaba su boca viejísima
arrugada
para hacerlo callar
para que no escucháramos su desvarío
para ocultarnos su demencia.
Si la pared amenaza con caer la apuntalamos.
Si se reciente al centro
cubrimos su desnudez con cal y mezclas.
Si pierdes el rumbo
vienes a la pared
y escuchas
y lees
te explicas
y revives
y recorres palmo a palmo
en la superficie rugosa
la línea de tu vida
y luego puedes continuar como si nada.
Una vez quise derribar la pared
ver mas allá
y mi abuelo ordenó a la pared hacerse a un lado.
Miré
y mas allá no había nada
aun así mi abuelo insistió en que mirara otra vez
pero no pude
el miedo estaba tendiéndome la mano
y mi abuela dijo al abuelo que le sacaría los ojos
si no ordenaba a la pared recolocarse.
A mi me dijo
que el mundo no era verdad
que era una farsa en toda regla
que no hay ninguna pared para poner la espalda si te cansas
ni para saber cuál es el límite
no hay nada ahí que te recuerde quién eres
qué te falta
quién te quiere.
No hay una pared para mandar a recordar a quien te olvida
a quien se olvida
ni para mandar a olvidar
a los que se cansan de llevar a cuestas el recuerdo
no hay nada, como ves, ahí afuera
decía
tejiendo una trenza enorme, apretada
con mi pelo revuelto
para dejarme la cara visible.
En alguna ocasión la pared y yo firmamos una tregua
no sé bien si cuando murieron los abuelos
cuando nació mi hijo
o si la primera vez que el olvido distrajo al objeto de mi amor
quizás fuera aquel invierno
en que el viento arrastró un diario de mas allá hasta nosotros
no lo recuerdo
y no importa
porque en verdad estamos en un punto sin retorno.
La pared se mantuvo callada, pero firme
y yo recité mi proposición
convenimos
que ella aceptaría tener alguna puerta
y yo me encargaría
sin excepción
de que no entrara nadie.

Sonia Díaz Corrales

Sonia Díaz Corrales (Cabaiguán, Sancti Spiritus, 1964) Reside
en Santa Cruz de Tenerife. Islas Canarias. Es poeta y narradora.
Ha publicado: Diario del Grumete (poesía), Ediciones Vigía,
Matanzas, Cuba (1996) y Sed de Belleza Editores, Santa Clara,
Cuba (1997), Minotauro (poesía), La Habana, Cuba (1997), El
hombre del vitral (novela), Editorial Idea y Editorial Aguere,
Islas Canarias, España (2010) y Noticias del olvido (poesía), Ediciones
hoy no he visto el paraíso, Francia (2011).Sus poemas aparecen
en numerosas antologías publicadas en diversos países del
mundo. Obtuvo el Premio Bustarviejo de poesía, de Madrid, el
Premio América Bobia, de la Ciudad de Matanzas, Cuba y el Premio
Abel Santamaría, de la Universidad de Las Villas, Cuba, así
como menciones y reconocimientos en otros concursos en Cuba
y el extranjero. Fue finalista del Premio Viaje del Parnaso (2008).

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