Este irreverente texto de mi admirado escritor y amigo Miguel Correa es, por este año, el último en sumarse a mi proyecto “Life' Line”. Fue una deliciosa ‘nota biográfica’ para “On The Road”, una colección de prosa y poesía publicada por Onilda A. Jiménez, Jersey City State College, 1990
Viene al mundo en la isla de Cuba y a los pocos minutos de nacido da un grito horroroso al verse rodeado de tanta fealdad. 1959: Mete un pie en un fanguero, algo que lo sume en una profunda tristeza. Fidel Castro en el poder. 1961: Un extraño animal intenta devorarlo. Es rescatado de sus fauces con el cuerpo hecho jirones. 1963: Primer intento de suicidio. Le abren su primer expediente en la Seguridad del Estado tras pintarse el pelo de verde. Mantiene una inolvidable conversación con una hormiga. 1968: Ve el mar por primera vez y enloquece. Se niega a asistir a los mítines-relámpagos. Invasión soviética a Checoslovaquia. 1970: Se le hace una ampolla enorme en un dedo cortando la primera y última caña de su vida. Lee a Kant. 1975: Estudia ruso y otras lenguas muertas en la Universidad de La Habana. Es declarado enemigo del proletariado universal y expulsado de este centro de Enseñanza Superior. 1976: Conoce a Clara Morera y a través de ella, al diablo. Llega a la conclusión de que el diablo es mucho más humano. 1980: Nace por segunda vez en Cayo Hueso, Florida. Lee las obras completas de Eugenio Florit. Segundo intento de suicidio. 1983: Acusado de homicidio en segundo grado, se naturaliza ciudadano norteamericano. Escribe “Al norte del infierno”. 1985: Viaja extensamente por el orbe. Italia le prohíbe la entrada en su territorio. Conoce a Magín Romaguera. Escribe “Fragmentos del discurso humano". 1990: Se corta la barba.
Reinaldo García Ramos dijo:
ReplyDeleteGracias por poner esta nota de buen humor ante los ojos de tus lectores.
¡Y mis mejores deseos y embelesos y excesos y ex-presos y recesos y cerezos para el 2013!
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ReplyDeleteMi querido Selgas: me ha encantado tu recinto cibernetico. Y celebro tu decision de hacerte llamar por un solo nombre, como acostumbraban los griegos y los romanos (Platon, Caligula). En definitiva, Selgas es ya uno de nuestros clasicos. Mi nota autobiografica es delirante, pero nos ha hecho reir a ambos una vez mas y eso es lo que cuenta. Un abrazo, tu Miguel
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