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Saturday, January 7, 2012

René Magritte, Marcel Duchamp ...

...y El cuento de la buena pipa / No.1



Alrededor de los 12 años, mi primer artista de Culto fue Giorgio De Chirico. Obsesivamente, en cuanto fin de semana me fue posible me iba a la principal biblioteca de la ciudad de Cienfuegos a manosear un enorme libro sobre su arte, de esos que en inglés llaman Coffetable books. De Chirico, fue señalado por Andre Bretón, como uno de los padres del surrealismo; decían los textos a su vez ilustrados con imágenes de obras de arte de famosos surrealistas. Ampliando así mi fascinación hacia dos de los grandes pioneros del surrealismo; René Magritte y Salvador Dalí, en ese orden.
Lo de visitar la biblioteca fue un consejo de mi primera profesora de arte, María de la Paz, en el Taller de Artes Plásticas de la Secundaria Básica de Palmira. La obsesión de dejar un sin fin de huellas dactilares en el artefacto en cuestión, fue cosa mía. Los sueños, el tiempo, lo oculto imaginado, etc., hacían de este arte un arte psíquico; arte-coco. Fascinación mi cielo.
Ya para mi ingreso a la Escuela Provincial de Artes en Cienfuegos, después de dos años, Magritte, ganaba la batalla; junto al incomprendido (por muchos) movimiento DaDa.
En mi apreciación; el surrealismo de Dalí, fue como un hervor de la idea. Y Magritte, nos presentaba la idea helada, envuelta en una quietud-inquietante. Algo así más o menos. Al movimiento DaDa lo entendí como un arte-político, un arte para atacar la moral, la religión, las instituciones establecidas, incluyendo la familia, la patria, etc., y en esencia un arte en contra del concepto arte Per se, supuestamente impuesto por la burguesía imperante acusada de ser responsable por las absurdas guerras.
Mucho más adelante llegué a entender el fenómeno DaDa, como una salpicadura, dejada al campo del arte por alguna de esas cavilaciones utópicas de finales del siglo XIX, tan recientes para aquel entonces. ¡A bajo la burguesía! ¿Y entonces; viva la Paz? No resultó ser tan simple. El rotundo fracaso del experimento con la filosofía Marxista, aplicada a los sistemas comunistas lo deja demostrado (recordar caída del Muro de Berlín), pero no resuelto. Digo no resuelto, primordialmente porque mi simpatía para con el movimiento DaDa, irónicamente se estaba desarrollando (al dedillo), bajo un sistema muy al estilo Orwell-1984; con dos “hermanos mayores”, para males mayores, valga la redundancia. Por lo que hoy día, creo que nuestras imperfectas democracias, siguen siendo más prometedoras, que cualquier anuncio de revolución alguna como solución absoluta. Y porque a pesar de lo ya demostrado, aparentemente nos estamos dirigiendo hacia una maraña indescifrable.

1 comment:

  1. Amigo Selgas muy original manera de contar "El cuento de la buena pipa" y los surrealistas...un gusto leerte.Saludos

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